Educación:


·         Educación: Cuanto más joven se empiece a enseñarle, mejor. Lo ideal, y en ciertos casos imprescindible, es que en cuanto entra en casa se dé comienzo a su educación.

Como reglas generales, no hay que perdonarle ni un fallo ni una desobediencia, ser más constantes que él, y no dar por finalizado un ejercicio hasta que no lo ha hecho correctamente. De lo contrario aprenderá que a veces puede salirse con la suya, y obedecerá solo cuando le interese.

Se deben usar órdenes cortas, preferiblemente de una sola sílaba, y que no lleven a confusión (no usar palabras muy parecidas para órdenes diferentes). Muchos adiestradores suelen usar el idioma alemán, pero para nuestras necesidades "domésticas" basta con usar cualquier palabra corta y de sonido claro.
Algunos trucos:

Acudir a nuestra llamada
Se debe usar siempre la misma palabra (también puede ser un silbido único para el cachorro) como orden, para no confundirle. Es posible que obedezca voluntariamente, en ese caso hay que premiarle para fomentar esa obediencia. Si no obedece se puede usar una cuerda larga y al tiempo que se le da la orden, se le atrae hasta nosotros, hasta que acabe entendiendo lo que se le esta llamando (cuando entienda hay que premiar).

Acostumbrarse al collar y a la correa.
Ponérselos para salir y quitárselos en cuanto llega a casa, para que lo asocie al paseo. No es bueno dejarle siempre suelto en la calle, o cuando llegue a adulto no se acostumbrará a ir atado. Cuando es muy pequeño conviene dejarle tirar de la correa (le desarrolla los músculos del pecho); pero al crecer ha de aprender a ir al lado sin tirar.

Sentarse.
Para enseñar al cachorro basta con hacerle levantar la cabeza y empujarle los cuartos traseros hacia el suelo, al tiempo que se le da la orden (cuando entienda premiar). Esto lo aprenden muy fácilmente y ya no lo olvidan.

Detenerse.
Es fácil de enseñar si llevamos al perro atado. Cada vez que nos paremos damos la orden y si sigue andando se da un tirón de la correa (un tirón no agresivo), obligándole a pararse (cuando se detenga hay que premiar).

Para que el perro desarrolle el instinto guardián, basta con enseñarle en sus primeros meses de vida atreves del juego. En esa etapa, a los perros les gusta morder todo lo que esta a su paso, para evitar destrozos usted puede tener un juguete para que el muerda (enseñarle que solo puede morder su juguete), también se puede jugar con una cuerda o un paño, estimularlo para que la persiga, luego dejar que la muerda y tirar de la cuerda, para que se forme una pequeña batalla, luego felicitar y premiar, de esta forma estamos desarrollando su instinto de presa.
 
Caminar al lado. Tumbarse. Otras.
Si le llevamos atado es fácil hacer que camine a nuestro lado. El que vaya pegado a nuestra pierna sin ir atado, el tumbarse, el acudir a nuestra llamada y sentarse frente a nosotros, etc, son órdenes más complejas, más difíciles de enseñar, y forman parte de un adiestramiento especializado, que va más allá de la mínima educación imprescindible.

Adiestramiento.
El perro, instintivamente, está predispuesto a entender lo que le decimos, y a actuar en nuestra defensa o la de nuestras propiedades. Cualquier poseedor de un perro le puede enseñar casi lo que quiera (también depende de la inteligencia y la predisposición a colaborar del perro), pero para ciertas tareas es imprescindible la educación profesional.

Si quieres intentar adiestrar al animal tu mismo, el éxito que obtengas dependerá de tu preparación en el tema, de lo que hayas aprendido (hay muchos libros sobre el tema), de como te compenetres con tu perro, y sobre todo, de hacerlo bien y no cometer errores (es muy difícil reeducar a un perro que haya aprendido algo mal). Si quieres que tu perro haga algo específico y no estás capacitado, deja su enseñanza en manos de un adiestrador profesional.

Hay adiestramientos variados: de rastreo, de obediencia, de defensa y ataque, y muchos más. Como ejemplo se listan los ejercicios que se efectúan en las pruebas de obediencia para pastores alemanes, junto con una breve descripción (no detallada) de lo que se exige:

Comportamiento con la correa - El perro, atado con la correa, ha de seguir al conductor. Se camina, se hacen giros y medias vueltas, caminando, corriendo... El perro siempre debe llevar la cabeza pegada a la rodilla izquierda del conductor, y si este se detiene, el perro se sienta sin que se le tenga que decir nada.

Seguir libremente - Lo mismo que el ejercicio anterior, pero con el perro suelto. Además se efectúan dos disparos mientras se hace el ejercicio, y el perro ha de mostrar indiferencia.

Sentarse estando en movimiento - Mientras se camina, el conductor dá la orden de sentarse, pero no se detiene. El perro ha de sentarse de inmediato y esperar a que vuelvan a por él.

Combinación de tumbarse y acercarse - Mientras se camina, el conductor le da al perro, sin detenerse, la orden de tumbarse. El perro se ha de tumbar de inmediato mientras que el conductor se aleja. Cuando éste ha avanzado unos 30 pasos, se gira y se detiene. Después llama al perro, y a la orden el perro ha de acudir corriendo y sentarse frente al conductor. A otra orden de ponerse al lado, el perro ha de pasar por detrás del conductor y sentarse a su izquierda.

Traer un objeto en terreno llano - El perro ha de traer, cuando se le da la orden, un objeto que el conductor ha lanzado. Ha de sentarse frente al conductor y no soltar el objeto hasta que se le dá la orden de soltarlo.

Traer un objeto con salto libre sobre un obstáculo de 1 metro de alto - Similar al anterior pero el perro ha de saltar sin tocar el obstáculo, a la ida y a la vuelta.

Traer un objeto subiendo por encima de un obstáculo - Como el anterior, pero el obstáculo no puede superarse de un salto y el perro ha de trepar a la ida y a la vuelta.

Avanzar unos pasos y echarse - El conductor señala con el brazo una dirección y dá la orden de avanzar. El perro ha de caminar él solo en línea recta, hasta que se le ordena echarse.

Echarse bajo distracción - Después de ordenar al perro echarse el conductor se aleja unos 40 pasos y se queda de espaldas al perro. Otro perro hará algunos de sus ejercicios, y durante este tiempo, el primer perro no ha de moverse hasta que el conductor vuelva a buscarle.
Además hay otros ejercicios, como pararse al caminar (quedándose el perro de pié), o tumbarse durante la carrera. Y esto en cuanto a obediencia, sin hablar de las pruebas de rastreo o de ataque y defensa.
Esto muestra que el adiestramiento es una tarea muy especializada que conviene dejar en manos de un profesional. Normalmente nuestro perro no necesitará todos estos conocimientos, o hacer esos ejercicios a la perfección, excepto si queremos llevarlo a competiciones.

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